Caracterizadas por su conducto de entrada en forma de espiral y por un rotor muy especial, estas turbinas se adaptan bien a los saltos de 20 a 200 metros y ofrecen eficiencias de pico muy elevadas (hasta el 94%).

Cada turbina se tiene que calcular según las características del lugar (saldo neto y caudal máximo), buscando la combinación perfecta entre velocidad de rotación y eficiencia global.